Con el correr de los tiempos se transformó en una especie de clásico. Sus seguidores pueden pasar horas discutiendo sobre el tema. El baitcasting y el spinning se transformaron en una especie de River-Boca o de un Atlético-San Martín entre los pescadores deportivos, cuando en realidad son técnicas muy similares que sólo se diferencian por el equipo que se utiliza.
El objetivo de ambos sistemas es el mismo. Se deben realizar lances más o menos lejanos y precisos con un señuelo. Luego, se recoge el artificial con una única finalidad: engañar a las piezas y concretar un ataque suyo. Se los puede utilizar en la pesca de ríos, lagos y mar.
Truchas, salmones, dorados, tarariras, bogas, pacúes y surubíes, entre otras especies, se capturan con estas técnicas. En nuestra provincia y, en las vecinas, por cuestión de tamaños de los ríos, se las recomienda para la pesca variada. Para los salmónidos, en cambio, es preferible usar un equipo muy liviano de spinning.
En el juego de las diferencias, en el spinning se usan reeles frontales y cañas con menos pasahílos que tienen una característica: los más cercanos al mango son de mayor tamaño y van decreciendo hacia la punta. Mientras que en el baitcasting los reeles son rotativos y la vara es más cónica, corta y cuenta con numerosos pasahilos pequeños.
El spinnig ofrece algunas ventajas. La primera, y más importante, es que con los reeles frontales es más fácil lanzar y se pueden utilizar señuelos de cualquier tamaño y peso. Otra: se puede cambiar de multifilamento a nylon cambiando sólo el carretel. Sin embargo, su contra es que corregir un tiro no es tan sencillo. El artificial cae pesadamente al agua -generando un ruido innecesario- y es muy probable que se termine enredando, por lo que no funcionará bien y los resultados no serán buenos.
Mientras que en el baitcasting el lanzamiento no es para cualquiera. Requiere practicar hasta dominarlo, caso contrario, los enredos serán una permanente y arruinarán una jornada de pesca. En regular el peso del señuelo con el reel está el secreto. Cuando se domina esta técnica se pueden concretar lances más precisos y en las situaciones más adversas. Al tener mayor control sobre el artificial, se puede hacerlos trabajar -darles otros movimientos para engañar al pez- de manera más fácil.
En los costos también hay una importante diferencia. Armar un equipo medio de spinning es bastante más económico que uno de baitcasting. En esto tiene que ver que la primera técnica es mucho más difundida que la otra. Pero con el correr del tiempo, cuando el bait se consolide en el mercado, las brechas se achicarán considerablemente. Otro dato que no es menor: ambos equipos pueden ser utilizados para pescar con carnada, aunque no es recomendable hacerlo porque ese no es el final para los que fueron diseñados.
Quedó claro que no hay un ganador. Simplemente, se trata de dos técnicas que parecen diferentes, pero son casi iguales. En realidad, son alternativas que tienen los pescadores para conseguir los mejores resultados posibles en la actividad que disfrutan muchísimo.